Los dolores en la rodilla suelen ser comunes en personas de todo rango de edad. Esta molestia puede ser generada por lesiones ocasionadas por golpes, por tipos de artritis como la gota, la artritis reumatoide (AR), la artritis de rodilla, la osteoartritis, o la artrosis.
A pesar de que los dolores que generan las afecciones antes mencionadas son muy similares, es preciso tener en cuenta que cada una es diferente y debe atacarse con tratamientos completamente distintos. Por lo tanto, antes de medicarse y correr el riesgo de equivocarse, se debe buscar información al respecto, e identificar correctamente los síntomas y tener un diagnóstico médico adecuado.
¿Qué es la artritis de rodilla?
Para saber si la incomodidad, la hinchazón y dolor que se siente en las rodillas es artritis, primero debe tenerse claro de qué trata esta enfermedad. La artrosis de rodilla es un padecimiento de carácter degenerativo y progresivo. Aunque no son patrones 100% comprobados, esta enfermedad se presenta con mayor frecuencia en personas mayores, y en personas que han sufrido traumas previos en estas articulaciones.
La artritis de rodilla provoca inflamación en la articulación a raíz de la afectación de la membrana sinovial, un tejido flexible que produce el líquido sinovial el cual recubre el interior de las articulaciones y sirve como lubricante, generando rigídez y maltrato en la unión.
La artritis que está más vinculada a la de rodilla es la osteoartritis, un padecimiento articular que tiende a afectar las muñecas, la cadera, y los codos, y su origen es asociado al desgaste, la vejez y las lesiones en las articulaciones.
¿Cuál es la diferencia entre artritis en la rodilla y artrosis?
Aunque los dolores en la rodilla puedan tener muchos motivos, es común que la artrosis y la artritis se confundan al tener síntomas muy similares asociados a este mal. Sin embargo, cada una de estas enfermedades tiene orígenes diferentes, y por lo tanto tratamientos distintos para aliviar el dolor.
En el caso de la artritis de rodilla, la osteoartritis o la artritis reumatoide, en muchos casos, se producen a raíz de problemas autoinmunes, lo que genera que el cuerpo se ataque a sí mismo, y produzca daño en la membrana sinovial. Mientras la artrosis, es una enfermedad crónica que genera el desgaste del cartílago, ocasionando, en algunos casos, el choque y erosión entre los huesos contiguos.
A medida que la artrosis avanza, el cartílago de la rodilla se desgasta, volviéndose más débil cada vez, sin embargo, este padecimiento solo afecta la articulación, mientras que la artritis, en algunos casos puede llegar a evolucionar hasta afectar órganos como los ojos, y el corazón. También te podría interesar: ¿cuál es la diferencia entre artritis y artrosis?
¿Por qué se produce la artritis en la articulación de la rodilla?
Una de las articulaciones más afectadas por la artritis es la rodilla, pues es un área del cuerpo que en distintas situaciones de la vida puede verse afectada por múltiples variables que pueden provocar la enfermedad o empeorarla como una lesión.
Entre las situaciones que pueden producir este tipo de artritis es el sometimiento de carga permanente que recibe la rodilla, como el peso del cuerpo o el traslado de objetos pesados, y su ubicación, que la hacen una zona muy vulnerable a golpes, torceduras y desgarros.
¿Cuáles son los síntomas de la artritis en la rodilla?
La osteoartritis, reflejada en la artritis de rodilla, es una enfermedad que en la mayoría de los casos se desarrolla paulatinamente, por lo que el nivel de dolor que ocasiona también se suelen sentir gradualmente.
Además del dolor, la rodilla se inflama, pierde flexibilidad y movilidad, y al realizar actividad, produce crujidos y rigidez. Además de esto, en situaciones en las que la enfermedad está más avanzada, puede que el paciente cojee, no tenga fuerza en la articulación, e incluso que se le generen deformidades, o desalineación de los huesos.
¿Cuáles son las causas de la artritis en la rodilla?
Las causas específicas de la osteoartritis, o de la artritis de rodilla no están plenamente identificados. Sin embargo, se ha asociado la probabilidad de que se desarrolle en personas de edad avanzada, a personas que han tenido familiares que la padecen y personas que han sufrido lesiones previas en esta zona del cuerpo.
Además de esto, aunque el ejercicio no provoca la artritis, el uso frecuente y repetitivo de la articulación si puede volverla más vulnerable a esta enfermedad, al igual que los traumas como desgarros del cartílago, desgarros de los ligamentos e impactos fuertes en la tibia, el fémur o en la rótula.
Aunque este tipo de enfermedad es poco frecuente en personas jóvenes, aquellas que han sufrido daños en la articulación, o que tengan problemas de obesidad podrían ser más propensas a sufrir la enfermedad.
En el caso de los traumatismos, la rodilla pierde fuerza y puede no recuperarse del todo, y en el caso del sobrepeso, se le obliga a la articulación a soportar cargas mucho mayores a las que está preparada para aguantar, generando desgaste prematuro.
Por otro lado, aunque no se sabe el motivo con precisión, se ha descubierto que las mujeres tienen mayor probabilidad que los hombres de sufrir artritis de rodilla.
¿Cómo se diagnostica la artritis de rodillas?
Para identificar qué tipo de padecimiento de rodilla se tiene, el profesional de la salud tiende a basarse en los síntomas que presenta el paciente. Por lo tanto, en un principio, el diagnóstico se basa en un interrogatorio en el que se indica cómo se siente la persona.
En el caso en que la rodilla tenga inflamación, se extrae líquido articular con el fin de realizar descartes en relación a artrosis reumática, gota o lupus. También, el especialista realiza imágenes médicas, a través de radiografías o rayos x, que además de ayudar a descifrar si en realidad se tiene artritis de rodillas, es de mucha utilidad para identificar el grado de desgaste de los cartílagos, la membrana sinovial y formación de espolones óseos.
Como parte también del procedimiento, se realizan pruebas reumáticas, o análisis de sangre, resonancias magnéticas, artroscopias, y examen de sangre, para revisar los niveles de ácido úrico en el cuerpo.
¿Cuál es el tratamiento para la artritis en la rodilla?
Para definir el tratamiento ideal para la artritis en la articulación de la rodilla es preciso haber recibido un diagnóstico confiable, para referirse a los especialistas en reumatología que estén en capacidad de recetar la terapia, medicamentos o el plan más adecuado para cada paciente.
Entre los fármacos que suelen recomendar son calmantes que ayudan a disminuir la inflamación y el dolor, como el ibuprofeno y el paracetamol, y cremas tópicas anti inflamatorias que además de que también reducen las dolencias y la hinchazón, ayudan a mejorar la movilidad de la articulación.
En algunos casos se recetan inyección de esteorides, suplementos de glucosamina y sulfato de condroitina, que ayudan a fortalecer el cartílago, y también remiten a los pacientes a fisioterapia, con el fin de que puedan aprender ejercicios aptos que promueven la movilidad de la articulación, sin lastimarla.
Finalmente, en los casos más graves en los que la movilidad de la articulación está completamente restringida, o hay deformidades que afectan de manera notoria la calidad y estilo de vida del paciente, se recomienda realizar cirugía, que permite que la persona pueda realizar sus actividades cotidianas con menos dificultad.
¿Cómo reducir los síntomas de la artritis de forma natural?
Como complemento al tratamiento recomendado por un especialista, es necesario que las personas con artritis tengan hábitos saludables, que retracen el desarrollo de la enfermedad y eviten que este padecimiento empeore por problemas, por ejemplo, de obesidad o sedentarismo.
Por lo tanto, para lograr una vida más sana, es pertinente equilibradamente, controlar el peso, realizar actividad física, de forma controlada, ejercitar y fortalecer los músculos colindantes a la rodilla, utilizar zapatos cómodos y con amoriguadores y realizar pausas y descansos cada vez que sea necesario.