Hace 5 años que sentí la prostatitis por primera vez. Acudí al médico. Me trató de forma tradicional: masajes, inyecciones, antibióticos. ¡Me dolía mucho! Entonces leí que los métodos tradicionales de tratamiento de la prostatitis bacteriana ayudan en el 50-60% de los casos, en otros casos la enfermedad se vuelve crónica. Yo entraba en ese intervalo del 40-50% y decidí abandonar el tratamiento habitual. Tuve la suerte de descubrir Rico Boost (leí un artículo sobre él). Lo pedí, empecé a tomarlo y casi inmediatamente noté la diferencia. Se acabaron los roces, el dolor y los impulsos. Ya no sé qué hacer y no tengo miedo de que mi polla no se pare cuando yo quiera. Ahora todo funciona como un reloj suizo.

Yo padecía prostatitis crónica. Me traté con todos los métodos. Los antibióticos, bloqueadores, vitaminas y otras pastillas no tuvieron ningún efecto duradero. Los masajes y otros procedimientos desagradables en la clínica tampoco surtieron efecto. ¡Pero Rico Boost, para mi gran sorpresa y alegría, me ayudó! La prostatitis ha dejado de molestarme y por fin llevo una vida normal, en lugar de ir al baño cada 15 minutos.

Hace tres años empezó todo: una noche salté con un dolor agudo en la ingle. Me diagnosticaron prostatitis bacteriana. Un tratamiento de antibióticos y supositorios lo solucionó durante seis meses. Luego volvieron el dolor, las micciones frecuentes y todas las demás "comodidades". Esta vez decidí acudir a otro especialista. Me recomendó Rico Boost y pronto dejé de correr al baño y de morirme de dolor. Hace más de dos años que no tengo un ataque, pero ahora tomo Rico Boost una vez cada seis meses para prevenirlo. Así que aconsejo a todo el mundo que haga lo mismo.