FODMAP: dieta de 3 pasos para tratar los problemas gastrointestinales

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Hoy en día los alimentos ultraprocesados, el exceso de sodio y azúcar en la mayoría de productos, y los malos hábitos alimenticios, han causado que los problemas gastrointestinales sean más comunes que nunca.

Un estudio determinó que complicaciones como el reflujo, la celiaquía y el síndrome del intestino irritable, componen un 20% las consultas relacionadas con alteraciones del sistema digestivo. Es más, son tan recurrentes que muchas personas las pueden considerar como dolencias «normales» y optan por ignorar completamente los síntomas.

Nutricionistas y expertos afirman que la mayoría de alteraciones digestivas pueden tratarse desde la alimentación, puesto que, una dieta balanceada y la implementación de alimentos naturales ayudan a desinflamar y regular nuestro organismo.

Destacaremos entre la mayoría de dietas a la dieta FODMAP, pues esta se encuentra como uno de los principales y más efectivos planes alimenticios para el tratamiento de la microbiota intestinal y las enfermedades digestivas.

En la siguiente sección explicaremos a fondo las enfermedades digestivas más frecuentes, y como la nutrición es la principal herramienta para su solución. Al mismo tiempo, indicaremos los regímenes alimenticios más útiles y efectivos.

Principales enfermedades gastrointestinales

Las enfermedades digestivas son trastornos del tracto digestivo, que a veces se denomina tracto gastrointestinal (GI). Una enfermedad digestiva es cualquier problema de salud que ocurre en el tracto digestivo. Las condiciones pueden variar de leves a graves.

Síndrome de intestino irritable (SII)

También llamado síndrome del colon irritable, esta enfermedad es el trastorno funcional más frecuente y se estima que afecta al 15% de la población.

Algunos de los criterios para catalogar a las personas dentro del síndrome, son el dolor abdominal prolongado (por más de 3 días), defecación irregular, diarrea, estreñimiento e inflamación.

El motivo por la que se presenta esta complicación no es claro, pues algunos síntomas pueden darse por una infección, una mala dieta o incluso el estrés. Esto último se debe a que el intestino está directamente conectado al cerebro por medio de señales hormonales.

Enfermedad inflamatoria intestinal

Los casos principales tienen como síntoma el daño y la inflamación del tubo digestivo. La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn son las enfermedades más conocidas.

Esta última es altamente inflamatoria y compromete el intestino grueso y delgado, la boca o el ano. No obstante, las partes más comunes son el íleon distal, el cual es la parte final del intestino delgado.

Enfermedad celiaca

Es una enfermedad inmunológica que se genera por la mala síntesis del gluten contenido en las harinas, el trigo y el centeno. Usualmente, se confunde con el colon irritable, ya que genera los mismos síntomas.

En este caso, la única solución es por medio de la nutrición, donde se evita el gluten a toda costa. Este proceso debe ser supervisado por un dietista nutricionista y debe ser llevado con mucho conocimiento nutricional.

La dieta baja en FODMAP

La dieta baja en FODMAPLa dieta baja en FODMAP (dieta baja en carbohidratos fermentables), es un régimen alimenticio que se enfoca en la exclusión de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles.

Estos elementos son básicamente alimentos ricos en carbohidratos fermentables de cadena corta y azúcares, los cuales se descomponen lentamente en el intestino. En este proceso de fermentación bacteriana se producen gases y acumulan líquidos, causando la mayoría de problemas gastrointestinales.

La dieta indica un proceso divido en dos fases. La primera etapa es un plan bajo en los alimentos FODMAP (usualmente por un mes), mientras que en la segunda fase se busca que el paciente pueda reincorporar las comidas poco a poco; se recomienda hacer de un ingrediente a dos por semana regulando la microbiota intestinal y la asimilación de los alimentos.

No obstante, al ser el plan alimenticio FODMAP extremadamente restrictivo, se le recomienda a los pacientes no seguir la dieta FODMAP por un tiempo prolongado, pues en su menú se disminuyen nutrientes saludables como el carbohidrato y las fibras.

Lista de alimentos eliminados

  • Legumbres y granos enteros: especialmente los ricos en gluten y oligosacáridos difíciles de digerir completamente por el cuerpo, como los garbanzos, lentejas, harina, cebada y sus derivados.

  • Lactosa: la lactosa tiene un gran efecto inflamatorio en el organismo. Gracias a esto, los siguientes alimentos como los lácteos, leche de vaca, de cabra y oveja, yogures, quesos frescos, semi curados y otros postres lácteos como el helado, los sorbetes y la cuajada, no pueden ser incluidos en el plato.
  • Miel o jarabes endulzantes: son ricos en monosacáridos y disacáridos, al igual que azúcar, alterando los niveles de glucosa.
  • Frutas y verduras frescas: si bien son muy buenas para la salud, al ser una gran fuente de fibra, pueden acentuar en el intestino el gas y la hinchazón abdominal. Además, la fruta en jugos, enlatada o desecada es una gran fuente de fructosa completamente prohibida en la dieta baja en FODMAP.
  • Dulces y alimentos altos en azúcar: hoy en día la mayoría de productos empaquetados o ultra procesados contienen una gran cantidad de azúcares y polioles, estos no se digieren en su totalidad y pueden generar dolor abdominal y alteran el tránsito intestinal.
  • Fructanos: son carbohidratos, polisacáridos y oligosacáridos que se componen gracias a la fructosa. Se encuentra en vegetales como la cebolla, el ajo y en cereales ricos en gluten como el trigo o el centeno. Estos ingredientes no se agregan a la alimentación, ya que no se digieren fácilmente.

Lista de alimentos incluidos

  • Carnes magras y pescados: Contienen una buena parte de proteína, son fáciles de cocinar y de metabolizar. Se recomienda especialmente las carnes blancas y usar una cocción con poca grasa.

  • Leche sin lactosa y quesos: Alimentos como el yogur y los quesos curados poseen un contenido bajo de lactosa y grasas saturadas, permiten que su consumo sea moderado. Mientras que la leche de almendras, coco, arroz y avena no tienen restricción alguna.
  • Aceites vegetales: Su uso se restringe plenamente a un condimento, basándose en el aceite de oliva o el de coco.
  • Arroz blanco y pastas: Gracias a ser reducidos en hidratos de carbono, los cuales no se digieren completamente, no se restringen en la dieta los cereales refinados, el arroz, el maíz dulce, la harina de maíz, la quinoa y la yuca.
  • Excepciones en frutas y verduras: En el grupo de las frutas y las verduras encontramos algunas excepciones como la manzana, el melocotón, la pera, la calabaza, la zanahoria y el calabacín, los cuales al ser preparados al vapor no generan irritación en el intestino de la persona.

Alternativas a la dieta FODMAP

La dieta baja en FODMAP, tiene muchas restricciones, por lo que es muy común que la persona abandone el tratamiento o incluso, no siga al pie de la letra las indicaciones.

Como indica el dietista nutricionista Dr. Javier Alcedo González, «esta dieta no es fácil, he visto como la ansiedad, el hambre, el estrés o incluso el sentimiento de culpa afligen a mis pacientes una vez inician con las restricciones».

Si bien la dieta FODMAP tiene grandes ventajas en la salud, es completamente compresible que no sea apta para todo el mundo. A continuación hemos identificado otros planes como la dieta Keto y la dieta mediterránea, que pueden mejorar su calidad de vida e incluyen una mayor variedad de alimentos.

Dieta Keto

La dieta cetogénica o keto, es una gran alternativa, utilizada para el tratamiento de convulsiones y otras enfermedades como la obesidad y el cáncer.

Su principal función es inducir el cambio en el metabolismo de las grasas, para producir cuerpos cetónicos y usarlos como combustible para el organismo.

La dieta keto es restrictiva en los carbohidratos, y consumir proteína y grasas saludables es fundamental.

Dieta mediterránea

Para los nutricionistas, la dieta mediterránea es una forma saludable de perder peso, gracias a su amplio repertorio de comidas y a su vez ser antioxidante, antiinflamatoria y antibacteriana.

En la dieta mediterránea, la ingesta de alimentos de origen vegetal, legumbres, granos, fruta y grasas saludables es priorizada.

Si bien es necesario seguir una dieta baja en alimentos como el pescado, la carne, los productos lácteos y las aves, esto no es impedimento para poder agregarlos de vez en cuando, convirtiéndose la dieta mediterránea en una forma saludable de perder peso.

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